Editorial

El acoso sexual callejero en Lima es un problema con el que aún seguimos lidiando. Según las encuestas realizadas por diferentes instituciones, este problema ha ido disminuyendo con el pasar de los años, pero eso no se logra visualizar en la vida cotidiana. El acoso sexual callejero afecta a las mujeres, ya que son ellas receptoras de diferentes tipos de acoso verbal, psicológico y hasta físico.

 

Hemos crecido en una sociedad donde el machismo ha afectado nuestro desarrollo en la ciudad. Diariamente recibimos todo tipo de comentarios inapropiados, miradas perturbadoras, y hasta tocamientos indebidos cuando salimos de nuestra casa, nuestro lugar seguro, para el siguiente destino. Luego, en el medio de transporte seguimos siendo un punto para los acosadores. Además, de diferentes espacios públicos, esta inseguridad, temor, impotencia y vulnerabilidad se siente constantemente. Tenemos que estar alerta ante cualquier tipo de indicio de acoso, porque realmente se ha vuelto una situación incontrolable. Tanto es así, que se han creado diferentes productos para defensa personal que las mujeres estamos optando por adquirir.

 

Los hombres son principales responsables de esta problemática, no toman esta situación con la importancia debida, a tal punto que nosotras al defendernos somos objeto de burla para ellos mismos. Los mismos, que al realizar estos actos, sienten que aumentan su ego de “macho" y nos hace sentir inferiores. Nos hemos dado cuenta que es un instrumento más de la cultura machista.

 

Ya basta de pasar por alto todos estos actos, no queremos seguir viviendo con temor o sentirnos intimidadas cuando caminamos por las calles. ¡#yotambién sufrí de acoso sexual callejero y ya no más! Unámonos y hagamos el cambio, porque la mujer debe ser respetada por su valor y fortaleza. Juntas y empoderadas podemos lograr el respeto hacia nosotras que tanto anhelamos.