Empoderamiento
Femenino
¿Quiénes somos?
Somos el grupo Empoderamiento Femenino integrado por: Diana Palomares, Ariana Balaguer, Francesca García y Romina Angulo. Escogimos este nombre para el boletín, porque, según la RAE, "empoderar" representa fuerza, independencia y poder a un grupo, que en nuestro caso está conformado solo por mujeres. El nombre del boletín #YOTAMBIEN hace referencia a que nosotras, como mujeres, vivimos diariamente este tipo de violencia, y queremos ser una plataforma de comunicación y apoyo. Queremos ser una fuente de información y un lugar donde las víctimas se puedan expresar con libertad sin sentir ningún tipo de temor. ¡Sí! Como ustedes, nosotras también hemos sido víctimas de alguna forma de acoso sexual en las calles de nuestra ciudad. Abrimos este espacio para apoyar a todas aquellas mujeres que han padecido esta situación. Aquí podrán expresarse con libertad sin ningún tipo de temor. Únete a nuestro boletín.
Romina
Me llamo Romina Angulo Smith, tengo 18 años y estudio la carrera de Comunicaciones Audiovisuales y Medios Interactivos en la UPC. Me gusta realizar grabaciones y todo lo relacionado con edición de vídeo y fotografía. En mi tiempo libre, practico deporte. Llevo un estilo de vida saludable, ya que siento que cambia mi estado de humor y me llena de energía. El tener una buena educación nutricional para mí hace que construyamos una nueva relación positiva hacia la comida y prevengamos algún problema de salud. Actualmente, el entrenamiento que realizó es funcional. Se ubica en un parque en donde entrenamos al aire libre. Es precisamente en este escenario en donde, en diferentes oportunidades, he recibido algún tipo de comentario indeseado por personas desconocidas. Este tipo de violencia se llama acoso.
Hoy en día, en el Perú, existe un alto porcentaje de personas que sufren de acoso, ya que no siempre el acosador recibe una sanción. Elegí este problema porque me siento identificada con las víctimas. Me gustaría hablar acerca de lo que podemos sentir al recibir este tipo de violencia y ayudarlas a cómo defenderse ante este tipo de violencia. Según una encuesta del Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú sobre acoso –realizada a 1,203 personas de 19 regiones del país– publicada el día jueves 05 de septiembre del 2013, por el periódico Perú 21, casi no hay peruana que escape a esta forma de hostigamiento. Cada 7 de 10 mujeres, de entre 18 y 29 años, han sido blanco de, al menos, una modalidad de asedio en la vía pública en los últimos seis meses. La cifra se incrementa en forma alarmante en la capital, donde las víctimas son 9 de cada 10. La problemática consiste en que personas desconocidas manifiestan comentarios indeseados, en espacios públicos o semipúblicos, lo cual genera malestar en las víctimas. Esta violencia incluye prácticas como silbidos, comentarios sexualmente explícitos, miradas fijas, seguimiento, tocamientos, entre otros. Debido a esta problemática, las víctimas llegan a sentir inseguridad al salir a la calle, ya que tienen miedo de recibir algún tipo de comentario. Dudan si deben salir a caminar solas o cambian el tipo de prenda para que no sean más expuestas a cualquier acoso. Todo ello les causa una serie de daños psicológicos. En nuestro boletín, informaremos y educaremos para que tengan claro de qué trata esta problemática. Además, ser un apoyo para las víctimas, podrán contarnos sus experiencias y testimonios.
Ariana
Mi nombre es Ariana Balaguer, tengo 17 años y soy una alumna de la facultad de Comunicaciones de segundo ciclo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Actualmente, estudio la carrera de Comunicación Audiovisual y Medios Interactivos. Soy muy paciente, tolerante y me gusta escuchar a los demás. La problemática del acoso a la mujer me interesó, porque yo también he sido víctima de este. El tema escogido es muy delicado, ya que se ve frecuentemente y esta no es una situación que debamos pasar por alto, como se está haciendo hasta el momento. Eso lo vemos reflejado diariamente en las noticias o siendo víctimas nosotras mismas, ya sea con un piropo o una mirada no deseada, hasta con un tocamiento indebido. Ya no podemos sentirnos seguras ni con los aplicativos de taxis por temor a ser víctimas de algún tipo de acoso. Un claro ejemplo es el de la muchacha de 20 años que pidió un taxi por el aplicativo Uber al salir de una fiesta el 20 de agosto del 2018 y fue violada por el taxista. Las declaraciones de la víctima que aparecieron en el diario “El Comercio” fueron muy detalladas y explícitas. Las marchas organizadas por los colectivos de “Ni una Menos” y las campañas promovidas por mujeres, no son suficientes para hacer entrar en razón a los depravados y para que las autoridades tomen medidas drásticas.Este boletín fue creado para poder ayudarte con este tipo de problemas que suceden diariamente, en el cual puedes contarnos tu experiencia.
Francesca
Me llamo Francesca García y tengo 18 años. Soy estudiante del segundo ciclo de la carrera de Comunicación Audiovisual y Medios Interactivos de la UPC. Siento que soy una persona noble, amable y sobre todo leal. Tal vez vez me equivoco como cualquiera, pero no me considero una mala persona.
Mi grupo y yo hemos elegido el tema “Acoso femenino”, porque lo hemos sufrido alguna vez en nuestras vidas, desde que éramos unas niñas. Por lo tanto, nos sentimos completamente identificadas con el tema.
Este problema es muy relevante para nosotras, ya que aquí en Lima diversos diarios como Peru21, El Comercio y La República nos informan que 8 de cada 10 mujeres son acosadas a diario, y 7 de 10 mueren de formas crueles (quemadas, violadas, etc.). Incluso, pareciera que los agresores ven de que otra forma nos pueden hacer daño, lo cual nos deja a nosotras en un estado de alerta sin poder estar tranquilas en ningún lugar.
De alguna u otra manera, queremos que esta situación pare, que la justicia sea REALMENTE JUSTA y no haya más corrupción en estos casos, ya que algunos violadores o acosadores son de familias adineradas o tienen algún contacto (fiscal, juez, etc.) y fácilmente se libran del problema como si lo que hubieran hecho no hubiera sido grave. Por estas circunstancias, exigimos en nuestro boletín que el gobierno sea justo, y nos tomen a la importancia respectiva.
Diana
Soy Diana Carolina Palomares Aliaga. Estudio Administración y Marketing en la UPC. Me considero una persona solidaria, amigable, perseverante y muy responsable; Además, disfruto mucho de viajar con mis amigos y pasar tiempo con mi familia.
Me he unido con un grupo de compañeras que pasaron por experiencias similares para desarrollar el problema del acoso en mi boletín. A mis 24 años he sido víctima y testigo del acoso femenino en mi ciudad. Aunque no soy de las personas que se queda callada o no actúa, ya que no solo con las palabras nos podemos expresar, es una situación que ya se ha vuelto diaria y que lamentablemente no nos deja sentirnos libres. Sé que, si bien no puedo solucionar el problema completamente, por lo menos, quiero ser parte del cambio. A raíz de diferentes casos que fueron hechos públicos por los cuales se realizaron diversas marchas para defender nuestra libertad de ser mujer en las calles, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (Mimp) resaltó que distintos municipios distritales y provinciales del país hayan aprobado ordenanzas para prevenir, sancionar y erradicar el acoso sexual en los espacios públicos, pero estas medidas no son suficientes, ya que el acoso no distingue posición social ni condición. Somos millones de mujeres humilladas por la indiferencia de todos, tal como lo resalta Melissa Peschiera, reconocida periodista del medio, en un artículo para el periódico El Comercio. Ella menciona algunos datos estadísticos que fueron extraídos por el Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú: “el 95% de mujeres hemos sido acosadas y nuestro silencio lo ha normalizado, lo hemos asumido como parte de nuestras vidas, como el costo de ser mujer”. Pero ya no estamos solas: juntas podemos cambiar esta triste e indignante realidad. Con este boletín buscamos informarte, y así ser apoyo en tu terrible experiencia con el acoso sexual cellejero.